No hay experiencia posible sobre Dios o si la hay no es posible contarla o expresarla con nuestra forma de lenguaje. Por eso resulta sumamente interesante hoy descubrir las múltiples formas de ir en busca de una pregunta como esta : ¿matar al hombre para salvar a Dios?
Hoy el mundo parece que nos somete a una tiranía impuesta en la prisa de su tiempo inmediato, en el consumo de las innecesidades, en la banalización de la verdad al lado de la falsedad y la mentira. El relativismo como acto de fe de nuestra individualidad produce un pensamiento genuinamente egóico que lo centraliza todo.
No estamos bien del todo. Abunda más que nunca una prisa por contagiarse de un ruido ensordecedor, en correr contabilizandolo todo (pasos, ritmos cardiacos, pulsaciones , kilómetros..).Abunda una proyección constante de las autoimágenes , de los selfies, de difundinor en las redes de una virtualidad más solitaria y sola que nunca . Abunda esa soledad irreal y ausente de la falta de una comunicación humana , de un abrazo, un beso, un me duele , un te quiero.
Por eso buscamos de forma desesperada salvarnos de nosotros mismos, de nuestros fantasmas, de nuestras sombras , de todo lo que nos hace sentirnos en el abismo del presente y del futuro absurdo e incierto.
Ciencia y técnica sustitutos de la capacidad humana de interrogarnos frente a nosotros mismos encuentra en las generaciones venideras esta lucha para salvarse la humanidad. El transhumanismo convierte este aumento de las capacidades humanas en un refugio de insuperación. Lo que antes era un límite ahora queda desmontado por esa falsa pedagogía y psicología del optimismo narcicista que lo convierte todo en buscar la hiperprotección del yo mismo o yo misma. Eso conlleva a la falta de compromiso y responsabilidad con lo que se hace, se piensa, se vive, se siente.
En este mundo el individuo se toma su persona como el bien más preciado convirtiendo su actitud hedonista en un estilo de vida y de relación con las cosas y con los otros y otras. La fase new age , la fase (psi) ha originado una ciudadanía obediente, autodisciplinada, configurada según la ley, las normas, los patrones, los modelos establecidos según una certificación neurocientífica que sentencia el hacer y un mercado económico que ofrece a nuestros cerebros los imputs necesarios para sentirnos felices, satisfechos cuando desprendemos el consumo necesario para gastar nuestras vidas en el objetivo universal.
Sin embargo no todo es así totalmente. Existen hombres y mujeres que no soportan hoy esta realidad y se esconden de si mismos o mismas. La realidad resulta cada vez impositiva , consiguiendo una mayoría adaptada a sus paradigmas sociales , económicos y éticos. Hay pobreza, hay injusticia, hay corrupción , hay malestar, hay dolor, hay censura, hay falta de democracia, hay refugiados, hay dictaduras , hay voluntad de olvidar , hay mediocridad, hay suicidos , hay enfermedades psiquiatricas , hay mucho hombre y mujer inadaptado.
La famosa ilustración del siglo XVIII propuso que la razón podría conseguir alcanzar el progreso humano. En el siglo XIX se produjo una de las más grandes epidemias y hambrunas de la historia que fué silenciada por los medios y las autoridades. En el siglo XX el totalitarismo y las dos guerras mundiales provocaron una barbarie humana. Nació la Declaración de los Derechos Humanos sin resultados del todo satisfactorios.
EL mensaje que se ofrece hoy es del camino optimista , del vivir para ser feliz, de no mirar la parte oscura de la vida. Sorprende que se ofrezca una receta perfecta para no interrogarnos demasiado , para no pensar demasiado, para no cuestionar demasiado y así seguir viviendo.
Las terapias y las prácticas como el yoga, la meditación, los chakras, las disciplinas orientales , las cartas, el tarot, las piedras o runas, siguen ese camino para buscar algo con nosotros mismos.
El hombre parece perdido más que nunca. Otros dirían más encontrado que nunca. SIn embargo ¿Dónde está Dios ?
Puede que precisamente esté más presente que nunca porque ha empezado a estar ausente en nosotros. Dios no es Dios y sin embargo lo encontramos en muchas cosas y personas. Una reflexión como esta permite dar sentido al sinsentido que tiene hoy explicar las meditaciones metafísicas cartesianas a adolescentes que viven fuera de la fe y las creencias religiosas pero todos y todas ellas y ellos estan llenos de creencias en infinidad de cosas sobre el mundo y la vida. No es fácil creer pero si lo es tener grandes esperanzas , creencias que no se sustentan en nada más que en uno mismo. ¿Acaso eso no es una forma de querer matar a Dios cuando todavía no hay salvación para el hombre hoy ?
