Esa colaboraciones entre gobiernos , ciudades, pueblos dentro de la historia han permitido identificar las amistades peligrosas que la historia retiene y comparte. El franquismo fue junto con el nazismo y facismo italiano complice de miles de asesinatos y muertes . Se torturó , sin piedad, se entendió la justicia como una cuestión de honor y de orgullo nacional.
Actualmente la colaboración que es una forma de ser cómplice del verdugo continua existiendo. En los campos de concentración del nazismo los que no veían, no escuchaban, no sentían, no hablaban fueron cómplices de sus verdugos. Hoy la sociedad ha adquirido esta forma social de permisividad frente al horror, la barbarie y la intolerancia. Se colabora con la indiferencia , con el silencio, con la falta compromiso con el refugiado, el inmigrante, con el diferente, con el extranjero. Hay más que nunca una razón para situarse en esta complicidad que convierte a la masa social en auténticos seres que colaboran con el mal absoluto, con un facismo democrático que lo justifica todo , sea a través de la corrupción, la postverdad, la justificación de la irresponsabilidad, la falta de compromiso social y personal, la desigualdad ...
La historia se repite , ahora los verdugos lo tienen más fácil . Nadie mira al objetivo todas y todos distraídos hemos cambiado la actitud frente a la vida nuestra . Existen pocos valientes para hablar , ver, sentir, y convertirse en verdaderos parresiastés ( personas con el coraje de vivir una vida plena con la verdad y su compromiso frente a ella ) .
http://www.agenteprovocador.es/publicaciones/las-rapadas-que-nunca-deberiamos-olvidar
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